miércoles, 29 de octubre de 2014

Para tí, catequista



Y DIOS CREO A LOS CATEQUISTAS...
  


Cuando Dios creó el mundo, un día antes de darlo por terminado, Dios encomendó a sus ángeles la tarea de recorrer de nuevo el mundo y ver si faltaba algo por hacer. Un ángel llamado Juan, le contestó: “Señor, mil veces nos has enviado a ver si faltaba algo, ya te hemos dicho que todo quedó muy bien.” Y Dios se fue a dormir.

A la mañana siguiente, Dios madrugó más de lo normal, y aún en pijama se asomó a la ventana y vio que el hombre estaba talando bosques, matando focas, robando a sus empleados, e inventando armas para pelear por el petróleo, antes aún de descubrirlo. Dios mandó a sus ángeles bajar a la tierra a indagar que había hecho mal y corregirlo.

Muchos días después, los ángeles subieron a Su presencia.

Señor, te tenemos que dar una mal noticia. Toda tu obra ha quedado perfecta salvo una cosa: el corazón del hombre se rasga con cada palabra que pronuncian otros hombres, y en cada grieta se cuelan unos sentimientos extraños que Tú no creaste y que el hombre mismo les ha puesto nombre: odio, celos, rencores, ambición...”

“Nosotros hemos cerrado sus heridas con Tus palabras y con Tus sentimientos, pero no basta con cerrarlas una vez; se vuelven a abrir continuamente, el corazón del hombre te ha quedado algo olvidadizo y frágil. Habría que estar todo el día a su lado.”

Un ángel propuso: “Sólo cabe una solución, has de destruirlo y volverlo a crear de nuevo, mejorando su corazón; el de los elefantes te quedó muy bien, podrías copiárselo.”

Dios contestó: “No sería mala idea si no les hubiese cogido ya tanto cariño, y hasta tengo escogido de entre ellos algunos para grandes misiones. Creo que es mejor solución la que dijiste antes: que haya ángeles en medio de ellos, constantemente cerca, para cerrar sus heridas y sanarles el corazón y para hablarles de mi y de nuestro proyecto común, a todas horas, en toda ocasión, a tiempo y a destiempo. Id todos, ¡Quedáis sin trabajo en el cielo! Yo mismo iré también el próximo 25 de siembre...!
Y ASÍ FUE COMO DIOS CREO A LOS CATEQUISTAS... 





jueves, 23 de octubre de 2014

Comenzamos el Curso 2014 - 2015




“Sé bienvenido,
Señor”


Envío Diocesano 2014


El día 12 de octubre, como ya es tradicional en nuestra Diócesis, tuvimos el día del envío de los catequistas. La asistencia este año no ha sido tan numerosa, debido a que había puente y muchas personas habían salido.

La jornada se tuvo en el seminario menor. Comenzamos a las 10,30, terminando con la Celebración de la Eucaristía, a las 6,30, presidida por nuestro Obispo. D. Esteban Escudero. En la homilía nos animó a seguir trabajando en la catequesis y valoró mucho el trabajo de los catequistas que, con su entrega callada y silenciosa, y no siempre reconocida, van haciendo posible la siembra del Reino de Dios en el mundo.
El lema elegido para la jornada fue: “Sé bienvenido, Señor”. Nos acompañó durante el día Loli Llonis, una seglar comprometida que trabaja en la Diócesis de San Sebastián. Partiendo de su experiencia de vida nos habló de la importancia de la oración en su vida. Nos transmitía un Dios cercano y vital. Nos hablaba desde su experiencia.
Compartimos la comida, en un ambiente de verdadera alegría y fraternidad.
Pedimos a Jesús la fuerza que necesitamos para seguir trabajando por Él.




 





jueves, 31 de julio de 2014

viernes, 13 de junio de 2014

* Evangelio del Domingo 15 de Junio – La Santísima Trinidad – Ciclo A





Meditación desde Buenafuente para el Domingo de la Santísima Trinidad (15-06-2014)
Odresnuevos - Evangelio 15 de junio 2014 bn (2)
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,16-18):
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Palabra del Señor




 DIOS MANDÓ A SU HIJO
PARA QUE EL MUNDO SE SALVE POR  ÉL


 ORACIÓN
Señor Dios nuestro,
tú que vives la unidad 
de las tres personas divinas, 
ayúdanos a imitarte
en la unidad de nuestra familia,
de modo que todos podamos entendernos
y colaborar unos con otros,
y así vivir en armonía y amor.
Amen
 





-