viernes, 26 de febrero de 2016

3 Domingo de Cuaresma – Ciclo C Domingo 28 de Febrero de 2016


Odresnuevos ri_color_contorno

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 1-9

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús les contestó: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.»
Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.»
Palabra del Señor


De nuestros desencuentros contigo:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
En nuestras des-esperanzas y preocupaciones:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestras dudas y frialdad:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestro orgullo y soberbia:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra comodidad y avaricia:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que te encontremos y no te perdamos:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que estemos dispuestos a buscarte:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que seamos conscientes de nuestras limitaciones:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra cerrazón hacia Ti:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra sordera y ceguera espiritual:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra manera de ver y de sentir la vida:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!










viernes, 19 de febrero de 2016

2 Domingo de Cuaresma – Ciclo C Domingo 21 de Febrero de 2016

Odresnuevos se_color_contorno

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor


La Cuaresma es un camino para convertirnos y transfigurarnos con Cristo. Con la mirada limpia hacia nuestros hermanos y atentos a la escucha de Dios, alimentando nuestro espíritu con su palabra y su pan, contemplaremos gozosos la gloria de su rostro. La Transfiguración del Señor nos lleva a transformar todo nuestro ser y transformar el pan, contemplaremos gozosos la gloria de su rostro. La Transfiguración del Señor nos lleva a transformar todo nuestro ser y transformar el mundo que nos rodea. La transfiguración en el monte Tabor prefigura ya la gloria de su resurrección.




viernes, 12 de febrero de 2016

1 Domingo de Cuaresma – Ciclo C Domingo 14 de Febrero de 2016

Odresnuevos mi_color_contorno

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4,1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.»
Jesús le contestó: «Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”.»
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo.»
Jesús le contestó: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”.»
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”.»
Jesús le contestó: «Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.»
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor




martes, 9 de febrero de 2016

Miércoles de Ceniza



La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 6, 1-6.16- 18


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-- Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Cuando tú vayas a rezar entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu padre, que ven en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga, Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

Palabra del Señor.






La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.


 


viernes, 5 de febrero de 2016

5 Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo C Domingo 7 de Febrero de 2016



Hoy el Señor nos llama a todos a conocerlo, a amarlo, a poner toda nuestra confianza en el poder de su gracia, y nos convoca a todos los bautizados, como lo hiciera hace dos mil años a sus primeros discípulos, a ser sus apóstoles, los evangelizadores que Él necesita para que trabajemos en el mundo y su Evangelio llegue a todos los hombres. Con nuestra oración y nuestra profunda reflexión podremos descubrir qué es lo que hoy nos pide.


Lectura del santo Evangelio según San Lucas 5,1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
–Rema mar adentro y echad las redes para pescar.
Simón contestó:
–Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo:
–Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón:
–No temas: desde ahora, serás pescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor

 GRACIAS, SEÑOR

Gracias, Señor, por despertarnos a la fe: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por empujarnos mar adentro: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por regalarnos el don de la resurrección: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por la fuerza de la Eucaristía: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por nuestros sacerdotes: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por la barca de tu Iglesia: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por todos los que reman y trabajan con elle: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por quitarnos los miedos: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por tu Palabra que nos ilumina: ¡Gracias, Señor!
Gracias, Señor, por enviarnos a dar testimonio de Ti: ¡Gracias, Señor!